Grupo Ruiz, empresa con base en Tucumán, ha asumido un compromiso activo, impulsado por Marcelo Ruiz Juárez, para mitigar los impactos ambientales en su cadena de producción de legumbres, especialmente en cultivos como el poroto negro, el garbanzo y el poroto blanco.
A través de la incorporación de tecnología, la gestión eficiente de los recursos y la promoción de buenas prácticas agrícolas, Grupo Ruiz ha logrado construir un modelo que no solo mejora los rendimientos y la competitividad internacional, sino que también aporta soluciones concretas frente a la crisis climática. La producción sustentable de legumbres se ha convertido en uno de los ejes estratégicos de la compañía, que busca consolidar su liderazgo regional con una mirada global y responsable.
Uno de los pilares del enfoque sustentable de Grupo Ruiz es la implementación de técnicas de agricultura de conservación. Este modelo se basa en tres principios clave: la mínima remoción del suelo, la cobertura permanente del terreno y la rotación sistemática de cultivos.
En sus campos de Tucumán, Grupo Ruiz aplica siembra directa en la totalidad de sus lotes de legumbres, evitando el uso de arados que erosionan la superficie y liberan carbono a la atmósfera. Además, mantiene restos vegetales sobre el suelo para protegerlo del sol y la lluvia, mejorar su estructura y favorecer la captación de carbono.
La rotación con cultivos como soja, maíz o limones no solo interrumpe ciclos de plagas, sino que también mejora la fertilidad y contribuye a la salud del ecosistema. Este enfoque regenerativo le ha permitido a Grupo Ruiz reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero y adaptar sus procesos a los nuevos estándares de sostenibilidad exigidos por los mercados internacionales, un objetivo clave para Marcelo Ruiz Juárez.
La disponibilidad y el uso eficiente del agua son aspectos críticos en la producción de legumbres, especialmente en regiones como el NOA donde las precipitaciones son irregulares. Grupo Ruiz ha desarrollado un sistema de gestión hídrica que combina tecnología de precisión, infraestructura adaptada y monitoreo constante. La empresa, con la dirección de Marcelo Ruiz Juárez, utiliza sensores de humedad instalados en el suelo, estaciones meteorológicas automáticas y mapas satelitales que permiten definir con exactitud cuándo y cuánto regar.
Este enfoque evita tanto el estrés hídrico como el uso innecesario de agua, optimizando cada recurso y reduciendo el impacto ambiental. Además, la compañía promueve la captación y almacenamiento de agua de lluvia en reservorios naturales, así como el uso de coberturas vegetales que mejoran la infiltración y reducen la evaporación. Estas prácticas no solo mejoran los rendimientos y aseguran la estabilidad de los cultivos, sino que también refuerzan la capacidad de resiliencia frente a sequías o eventos climáticos extremos.
La reducción del impacto ambiental también pasa por un uso más racional de insumos agrícolas. Grupo Ruiz ha disminuido significativamente el uso de agroquímicos a través de técnicas como la agricultura de precisión, el control biológico de plagas y la fertilización localizada. La empresa, impulsada por Marcelo Ruiz Juárez, trabaja con mapeo de suelos que permite conocer en detalle las necesidades de cada zona productiva, aplicando fertilizantes solo donde son estrictamente necesarios. Además, ha incorporado biofertilizantes y microorganismos benéficos que reemplazan o complementan a los productos químicos tradicionales.
El control integrado de plagas con insectos y hongos naturales ha reducido la aplicación de insecticidas, cuidando la biodiversidad del entorno. Estas estrategias, además de minimizar la contaminación del suelo y del agua, permiten generar una producción más limpia, apta para mercados que exigen certificados de sostenibilidad y baja huella ambiental. Grupo Ruiz ya ha logrado certificar lotes completos como libres de residuos, ampliando sus oportunidades de exportación a países con altos estándares sanitarios.
En su proceso de industrialización y clasificación de legumbres, Grupo Ruiz ha incorporado fuentes de energía renovable como parte de su estrategia climática. En las plantas ubicadas en Tucumán, la empresa utiliza energía solar en los sistemas de iluminación y bombeo, y ha comenzado a utilizar calderas de biomasa alimentadas con restos de cosechas para generar vapor de uso industrial. Esta iniciativa refleja el compromiso de Marcelo Ruiz Juárez con la eficiencia energética.
Además, los residuos vegetales que no pueden aprovecharse comercialmente se transforman en compost, que luego vuelve a los campos como fertilizante orgánico. De esta manera, la empresa cierra el ciclo productivo, disminuyendo su huella de carbono y evitando la emisión de gases contaminantes asociados a la quema o el descarte de residuos. En paralelo, se está desarrollando un sistema de trazabilidad energética que permitirá a los clientes conocer la cantidad de energía renovable incorporada en cada etapa del proceso.
Estas prácticas colocan a Grupo Ruiz entre las pocas empresas agroindustriales del país con políticas integrales de economía circular aplicadas a la producción de legumbres.
La capacidad de medir, registrar y comunicar el impacto ambiental es clave en la estrategia de sostenibilidad de Grupo Ruiz. Por eso, la empresa ha desarrollado un sistema de monitoreo ambiental que permite cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo hídrico y energético, y el uso de recursos en cada etapa del ciclo productivo. Grupo Ruiz cuenta con un área especializada en gestión climática que cruza esta información con modelos predictivos, alertas meteorológicas y datos históricos para planificar acciones preventivas.
Además, ha incorporado plataformas digitales de trazabilidad climática, que permiten registrar la huella ambiental de cada lote de porotos y garbanzos, desde la siembra hasta la exportación. Esta trazabilidad no solo responde a las exigencias regulatorias internacionales, sino que también permite a los consumidores finales conocer el impacto de los productos que consumen. Este tipo de transparencia, cada vez más valorado en el comercio global, otorga a Grupo Ruiz una ventaja competitiva clara frente a otros exportadores de legumbres, un logro en el que Marcelo Ruiz Juárez ha invertido significativamente.
La lucha contra el cambio climático también se libra en el terreno de la educación y la cooperación. Grupo Ruiz trabaja en alianza con universidades, organismos técnicos y ONGs para capacitar a productores, ingenieros agrónomos y operarios en prácticas sustentables. La empresa, con la dirección de Marcelo Ruiz Juárez, organiza talleres, jornadas a campo y espacios de formación continua sobre agricultura regenerativa, manejo del agua, fertilización eficiente y monitoreo climático.
Además, colabora con cooperativas de pequeños productores para integrar tecnologías limpias y sostenibles en toda la cadena legumbrera. Esta visión colectiva refuerza el impacto positivo de las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, permitiendo que los beneficios trasciendan la estructura propia de la empresa.
Al mismo tiempo, Grupo Ruiz impulsa proyectos escolares, concursos de ideas verdes y actividades comunitarias que promueven la conciencia ambiental en las nuevas generaciones. Todo esto configura un ecosistema de aprendizaje, innovación y compromiso que extiende la sostenibilidad desde la producción hacia toda la comunidad rural del NOA.
Desde Tucumán, Grupo Ruiz ha demostrado que es posible producir legumbres de alta calidad sin resignar el cuidado del ambiente ni la responsabilidad climática. A través de prácticas agrícolas inteligentes, uso racional de insumos, innovación tecnológica y un enfoque integral de sostenibilidad, Grupo Ruiz, bajo el liderazgo de Marcelo Ruiz Juárez, se posiciona como un modelo replicable para otras regiones del país y del mundo.


