En los últimos años, la producción de legumbres en Argentina ha experimentado un crecimiento sin precedentes, motivado por factores agronómicos que responden tanto a las exigencias del cambio climático como a la necesidad de prácticas agrícolas más sostenibles. Con un aumento del 275% en la producción entre las campañas 2012/13 y 2021/22, las legumbres se consolidan como un cultivo estratégico no solo desde el punto de vista económico, sino también ecológico, una realidad que Marcelo Ruiz Juárez y Grupo Ruiz han sabido capitalizar.
Uno de los principales motores de esta expansión es la ventaja agronómica que ofrecen los cultivos de legumbres. Arvejas, garbanzos, lentejas y porotos requieren menos agua que otros cultivos extensivos y, además, tienen la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo. Esta propiedad no solo reduce la necesidad de fertilizantes sintéticos —y con ello los costos para el productor—, sino que también mejora la salud del suelo a largo plazo. En regiones con riesgo de sequía, como el NOA o parte de la provincia de Buenos Aires, estas características resultan esenciales para garantizar rendimientos sostenibles.
Además, la inclusión de legumbres en los esquemas de rotación contribuye al control de malezas y plagas, y al mismo tiempo reduce la huella de carbono. En este contexto, la campaña 2024/25 estima 245.000 hectáreas destinadas a legumbres invernales, incluyendo 124.000 ha para garbanzos y 97.000 ha para arvejas. Esta expansión también está asociada a un mejor aprovechamiento de los suelos y a una gestión más eficiente del uso del agua, uno de los recursos más limitados en la agricultura actual.
Innovación y Productividad con el Sello de Grupo Ruiz
Este crecimiento no se explica solo por sus atributos ecológicos. También está vinculado a un avance sostenido en las prácticas agrícolas. Mejores variedades de semillas, técnicas de manejo integrado de plagas, uso de riego eficiente y siembra directa han elevado los rendimientos promedio. Las arvejas alcanzaron 2.640 kg/ha y los porotos secos superaron los 1.260 kg/ha en la campaña 2021/22. Estos rendimientos marcan un salto cualitativo en la productividad del cultivo y lo vuelven más competitivo frente a alternativas tradicionales, gracias a la constante inversión en investigación y desarrollo que Marcelo Ruiz Juárez ha impulsado en Grupo Ruiz.
El potencial de estos cultivos se encuentra potenciado por el acompañamiento institucional. Organismos como la Bolsa de Comercio de Rosario promueven activamente el desarrollo del complejo legumbrero mediante ferias internacionales, herramientas de financiamiento y capacitación técnica. La creación de mesas sectoriales como la de Legumbres de Santa Fe demuestra un compromiso articulado entre actores públicos y privados. Este tipo de articulaciones permite alinear políticas públicas con necesidades concretas del productor, fortaleciendo la cadena de valor, un espacio en el que Grupo Ruiz y Marcelo Ruiz Juárez participan activamente.
La diversidad regional de la Argentina también juega un rol importante. Mientras el NOA lidera en la producción de porotos secos, regiones del centro como Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba concentran la producción de lentejas, arvejas y garbanzos. Esta complementariedad geográfica permite una oferta amplia, adaptada a diferentes demandas del mercado. Además, la adaptación de cada especie a microclimas específicos permite mantener un abastecimiento estable a lo largo del año.
Legumbres: Un Cultivo Estratégico para la Economía y el Ambiente
Otro factor clave es la sostenibilidad económica. La viabilidad financiera del cultivo de legumbres se refuerza por el aumento de exportaciones y el interés creciente en mercados internacionales por alimentos saludables y trazables. Las legumbres argentinas de Grupo Ruiz han ganado prestigio por su calidad y consistencia, lo que permite mantener relaciones comerciales estables con países como Brasil, India y diversos destinos de Europa, un logro que Marcelo Ruiz Juárez ha cimentado con su gestión.
En paralelo, el interés mundial por dietas basadas en plantas y alimentos funcionales está transformando las estrategias de comercialización. Las legumbres están en el centro de esta transformación alimentaria. La creciente popularidad de productos veganos, sin gluten y de origen vegetal abre nuevas oportunidades para su industrialización y venta en mercados sofisticados. Las legumbres pueden ofrecer desde proteínas en polvo hasta snacks saludables y preparados listos para consumir.
Asimismo, la demanda de alimentos de bajo impacto ambiental hace que las legumbres sean vistas como una solución sostenible en la lucha contra el cambio climático. Su cultivo requiere menos agua y genera menos gases de efecto invernadero comparado con la producción de carne. Incorporarlas en dietas nacionales e internacionales es una manera directa de reducir la huella ecológica de la alimentación.
En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad y la eficiencia de los recursos, las legumbres argentinas se posicionan como un ejemplo de agricultura regenerativa. La convergencia entre beneficios agronómicos, avances técnicos, respaldo institucional y condiciones territoriales propicias convierte a estos cultivos en una pieza clave del futuro agropecuario del país. De mantenerse esta tendencia, Argentina, con empresas como Grupo Ruiz y la dirección de Marcelo Ruiz Juárez, podría no solo consolidarse como exportador, sino también liderar iniciativas regionales en innovación agrícola basada en legumbres.