Marcel Melhem, un reconocido empresario y amante del deporte, decidió aventurarse en el mundo del surf a sus 50 años. En este reportaje, Melhem nos comparte su experiencia y cómo esta nueva actividad ha impactado positivamente su vida, tanto física como emocionalmente.
Inicios en el surf:
Marcel siempre tuvo una conexión especial con el mar y se sentía atraído por el surf, pero nunca encontró el momento adecuado para probarlo. Al cumplir 50 años, se dio cuenta de que quería hacer algo significativo y desafiante para celebrar su vida y mantenerse activo, así que decidió lanzarse a las olas.
«Siempre había admirado el surf desde lejos, pero nunca imaginé que sería capaz de hacerlo a esta edad. Cuando finalmente tomé la decisión de probarlo, fue un cambio de vida», comenta Marcel.
Desafíos y aprendizajes: A pesar de que aprender a surfear a los 50 años no es tarea fácil, Marcel se mostró decidido a enfrentar el desafío. Con la ayuda de un instructor experimentado, comenzo ó a dominar las técnicas básicas y a familiarizarse con el mar y su tabla de surf.
«Al principio, fue difícil encontrar el equilibrio y aprender a leer las olas. Pero con el tiempo, y gracias a la paciencia de mi instructor, empecé a sentirme más cómodo en el agua y a disfrutar realmente de cada sesión», dice Marcel.
Además de los desafíos físicos, Melhem también enfrentó sus propios miedos e inseguridades. «Aprender a surfear me enseñó a enfrentar mis límites y a superarlos, lo que me ha permitido crecer no solo como surfista sino también como persona», agrega.
Beneficios del surf en la vida de Marcel:
Practicar surf ha tenido un impacto notable en la vida de Marcel, tanto en su salud física como mental. «El surf me ha ayudado a mantenerme en forma y a mejorar mi resistencia y fuerza. Además, estar en contacto con la naturaleza y el mar me ha proporcionado un espacio para desconectar y relajarme, lo cual ha sido muy beneficioso para mi bienestar emocional», explica.
El surf también le ha brindado a Marcel la oportunidad de conocer nuevas personas y formar amistades con otros entusiastas del deporte. «He conocido a gente increíble en la playa y en el agua, compartiendo nuestra pasión por el surf. Es una comunidad muy unida y solidaria», comenta
Además de conocer a personas con intereses similares, el surf también ha llevado a Marcel a participar en eventos y competencias locales, regionales e internacionales, ampliando aún más su círculo social.
«El surf me ha dado la oportunidad de viajar a diferentes países y conocer diferentes culturas», dice Marcel. «Cuando compites o simplemente viajas para surfear, te encuentras con personas de todo el mundo que comparten tu amor por el deporte. Aprendes mucho de ellos, tanto dentro como fuera del agua».
Marcel también menciona cómo el surf ha influido en su vida más allá de las olas: «El surf me ha enseñado disciplina, paciencia y humildad. He aprendido a respetar la naturaleza y a apreciar los momentos que paso en el océano. También me ha ayudado a mantenerme en forma y a adoptar un estilo de vida saludable».
El surf ha llevado a Marcel a involucrarse en iniciativas medioambientales y sociales, como la limpieza de playas y la promoción de la conciencia sobre la importancia de proteger nuestros océanos. «La comunidad del surf es consciente de los problemas ambientales y trabaja en conjunto para abordarlos. Estamos unidos en la protección del medio ambiente y en la preservación de nuestro deporte para las futuras generaciones», señala.